El cultivo en interior requiere varios equipos y recursos para lograr el resultado deseado: luces LED potentes, ventilación adecuada, suelo y recipientes apropiados y, dependiendo de la planta que se cultive, también son necesarias medidas de control de la temperatura y la humedad. La iluminación, en particular, es un elemento clave en el proceso. Las lámparas LED han ido ganando terreno en los últimos años por su eficacia, bajo coste, facilidad de uso y, por supuesto, grandes resultados.
¿Por qué elegir luces LED para el cultivo en interior?
Las luces LED (diodos emisores de luz) ofrecen una gran ventaja sobre otros tipos de fuentes de luz, y es su eficiencia energética. La tecnología LED se basa en que un diodo emitirá luz cuando a través de él fluya una corriente eléctrica. A diferencia de otros tipos de luces, como las bombillas incandescentes o los tubos fluorescentes, que desperdician gran parte de su energía en forma de calor, los LED son hasta un 70% más eficientes. Esto significa que para la misma cantidad de luz producida, las luces LED consumen mucha menos energía, lo que reduce significativamente la factura de la energía durante el proceso de cultivo.
¿Qué tipos de luces LED se recomiendan para el cultivo en interior?
Las luces LED vienen en diferentes formas y tamaños, y van desde pequeñas bombillas portátiles a grandes accesorios con cientos de diodos. Lo más importante a tener en cuenta a la hora de elegir una luz LED para el cultivo en interior es el color e intensidad de la luz. El espectro más adecuado para la mayoría de las plantas es una mezcla de luz azul y roja, con la luz roja ligeramente más destacada. Esta combinación de colores se conoce como «espectro completo» y es la más recomendable para el cultivo en interior, ya que favorece el crecimiento, la floración y la fructificación.
Cuando se trata de la intensidad de la luz LED, ésta debe ser acorde con el tamaño del cultivo. La norma general es que la intensidad luminosa no debe superar los 100-150 mol/m2/s, o puede quemar las plantas. Para conseguirlo, es importante tener en cuenta el número de diodos de la luz, la distancia entre la luz y las plantas y el tipo de reflector utilizado. En general, el requisito de iluminación suele rondar los 25-35 vatios por pie cuadrado.
En cuanto a la marca de las luces LED, se recomienda elegir una renombrada que ofrezca una larga garantía. Entre las buenas marcas figuran Mars Hydro, HLG, California LightWorks y Spider Farmer. Estas marcas ofrecen algunos modelos conocidos con un buen equilibrio entre calidad y precio, y la mayoría de ellas también tienen una garantía de 3 a 5 años.
¿Cuáles son los beneficios de usar luces LED en el cultivo en interior?
Los principales beneficios de usar luces LED para el cultivo en interior son la eficiencia energética, la baja emisión de calor y la larga vida útil de las luces. Las luces LED consumen mucha menos energía que otras fuentes de luz, lo que se traduce en una factura energética más baja. Como las luces LED producen mucho menos calor, también requieren menos refrigeración, lo que a su vez ahorra más energía. Por último, las luces LED son conocidas por su durabilidad, con una vida útil de hasta 50.000 horas, lo que significa que pueden durar muchos años sin necesidad de sustituciones.
Conclusión:
Las luces LED son una opción excelente para cualquiera que busque una fuente de iluminación eficiente y duradera para el cultivo en interior. Su eficiencia energética, su bajo calor residual y su larga vida útil las convierten en la mejor opción para las personas que quieren ahorrar en la factura de la luz y reducir su huella medioambiental. Además, las luces LED están disponibles en varios tamaños y formas, y cuando se utilizan correctamente, pueden proporcionar la mejor iluminación para todo tipo de plantas.