Guía completa sobre la luz de crecimiento para plantas: consejos y recomendaciones

La luz es uno de los aspectos más críticos del crecimiento de cualquier planta. Influye enormemente en su desarrollo, por lo que es necesario conocer a fondo lo que significa la fuente de luz para tus plantas. En esta guía, vamos a hablar de las distintas fuentes de luz para las plantas, de las necesidades de iluminación de las distintas plantas, y de los consejos y recomendaciones para obtener la mejor luz de crecimiento para las plantas.

Entender las necesidades de luz de las plantas

Las plantas necesitan luz para someterse al proceso de la fotosíntesis, que resulta en la producción de alimentos para su crecimiento. Cada tipo de planta tiene requisitos únicos de luz: intensidad, duración y espectro de la luz. La temperatura y la humedad también pueden influir en el crecimiento de la planta al igual que la cantidad de luz que recibe.

Algunas plantas sólo necesitan una pequeña cantidad de luz solar directa cada día, mientras que otras, como el girasol y la soja, pueden soportar la luz solar directa la mayor parte del día. El tipo y la intensidad de la luz también pueden variar según las plantas de interior o las de exterior, y de una estación a otra en función del clima y el ángulo de la luz.

Diferentes fuentes de luz para las plantas

Las tres fuentes de luz de cultivo más populares son LED, HPS y fluorescentes. Las luces LED son eficientes desde el punto de vista energético y duraderas, más controlables y proporcionan una amplia gama de espectros adecuados para diferentes plantas. Las luces de sodio de alta presión (HPS) producen una luz de alta intensidad que favorece un fuerte crecimiento, pero son menos económicas y conllevan una factura eléctrica más elevada. Las luces fluorescentes son baratas y son estupendas para iniciar esquejes o plántulas, pero pueden no proporcionar suficiente luz para las plantas maduras.

También hay que tener en cuenta el color y el espectro de la luz. La luz azul (longitud de onda entre 400 y 500 nm) favorece el crecimiento de las hojas y las raíces, mientras que la luz roja (longitud de onda entre 600 y 700 nm) favorece la floración o la fructificación. La luz cálida (2700-3500K) simula la luz natural de la puesta y la salida del sol y es la mejor para el crecimiento foliar. La luz fría (5000-6500K) imita a la luz del día y es la más adecuada para la fase de fructificación y floración

Consejos y recomendaciones sobre la luz de cultivo para plantas

En primer lugar, empieza poco a poco y experimenta con diferentes luces, intensidades, duraciones y espectros para averiguar qué es lo que funciona mejor para tus plantas. Cuando todo lo demás falle, busca plantas amantes del sol con pocas necesidades de luz, o viceversa. El embalaje de las plantas o el vivero local deben proporcionarte la mayor parte de la información que necesitas sobre las luces.

Si piensas cultivar en interior, ten en cuenta el tamaño de tu espacio y tu presupuesto para determinar si necesitas luces LED o fluorescentes. Las luces LED pueden ser más caras, pero son duraderas y muy energéticamente eficientes. La longitud de onda, la intensidad, la duración y la colocación deben ajustarse periódicamente si quieres obtener los mejores resultados. Una intensidad más alta es beneficiosa para los verdes frondosos y las plantas jóvenes, pero demasiada luz puede causar daños.

La fuente de luz debe mantenerse a 6-12 pulgadas de distancia de las plantas, elevada a medida que crecen. Una superficie reflectante también ayuda a dispersar la luz de forma más uniforme. Las plantas de follaje y los esquejes de trasplante deben mantenerse bajo la luz durante 14-16 horas diarias, hasta que echen raíces. Las plantas maduras deben estar bajo la luz entre 8 y 12 horas diarias. Invertir en un buen temporizador garantizará que la luz llegue a las plantas durante una cantidad de tiempo constante cada día.

Al fin y al cabo, cultivar plantas no consiste sólo en conseguir la luz adecuada, sino también en disponer del espacio, el suelo, los nutrientes, el agua y la temperatura adecuados. Con la luz adecuada y otras condiciones, podrás cultivar plantas hermosas y sanas. Tu trabajo duro pronto se verá recompensado, y podrás disfrutar de los frutos de tu trabajo.

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