Guía definitiva de iluminación LEC para cultivo: todo lo que necesitas saber

No hace falta ser un botánico para saber lo vital que es una iluminación adecuada para el cultivo con éxito de las plantas, y cuando se trata de producir condiciones de crecimiento ideales, las luces de Cerámica Emisora de Luz (LEC) destacan. Desde la luz solar a la artificial, diversos tipos de iluminación pueden ayudar a que tus plantas prosperen y crezcan, y la LEC ofrece una alternativa energéticamente eficiente y eficaz para quienes desean maximizar los rendimientos de las plantas.

En esta exhaustiva guía, exploraremos los entresijos de la iluminación LEC para el cultivo. Veremos qué es la luz LEC, sus ventajas e inconvenientes, y cómo implementar con éxito la iluminación LEC en tus esfuerzos de cultivo. Empecemos!

¿Qué es la luz LEC?

Las luces LEC, también conocidas como luces de Halogenuros Metálicos Cerámicos (CMH), son un tipo de luz de cultivo relativamente nuevo y cada vez más popular. Se diseñaron para ofrecer lo mejor de ambos mundos entre las luces tradicionales de Halogenuros Metálicos (MH) y Sodio de Alta Presión (HPS), produciendo un espectro de luz enérgico pero controlable. La luz generada por las luces LEC es rica en los espectros azul/violeta y rojo/naranja, que se sabe que tienen un efecto positivo en la salud y el crecimiento de las plantas.

Las luces LEC son una gran alternativa a las luces MH y HPS debido a su eficiencia energética, menor producción de calor y mayor vida útil. Esto significa que producen el mismo o mejor rendimiento lumínico con un menor consumo energético, y sus temperaturas de funcionamiento más bajas las hacen perfectas para su uso en espacios reducidos. Su mayor vida útil también significa que no tendrás que sustituirlas tan a menudo, lo que a la larga puede ahorrarte tiempo y dinero.

Beneficios e inconvenientes de la iluminación LEC

Las luces LEC ofrecen una serie de ventajas que pueden convertirlas en una atractiva opción de iluminación para el cultivo. Su gran eficiencia energética las hace adecuadas para salas de cultivo más grandes, y su espectro luminoso completo puede sacar lo mejor de tus cosechas. También son fáciles de controlar con reguladores o temporizadores, lo que te permite ajustar tu esquema de iluminación para satisfacer mejor las necesidades de tus plantas.

No obstante, las luces LEC también tienen algunas desventajas que deben tenerse en cuenta antes de invertir en ellas. En primer lugar, su coste, ya que suelen ser más caras que las luces MH y HPS tradicionales. También pueden ser difíciles de encontrar localmente debido a su introducción relativamente reciente en el mercado, y puede que no sean la mejor opción para ciertos tipos de plantas. Esto se debe a que algunas plantas responden mejor a distintos colores e intensidades de luz, lo que puede no ser posible de conseguir con un sistema de iluminación LEC.

Implementación de la iluminación LEC para el cultivo

Cuando se trata de implementar la iluminación LEC para el cultivo, el proceso es muy similar al de otros tipos de luces de cultivo. Tendrás que dedicar algún tiempo a evaluar tus necesidades individuales, como la cantidad de iluminación necesaria, la distancia óptima entre las luces y las plantas, y la frecuencia con que se deben encender y apagar las luces.

También es una buena idea investigar sobre los distintos tipos de luces LEC disponibles, ya que hay múltiples marcas y modelos entre los que elegir. Algunas luces pueden producir mejores resultados que otras para tus plantas en particular, por lo que es importante encontrar la combinación adecuada a tus necesidades.

Consejos para el éxito de la iluminación LEC

Al instalar tu sistema de iluminación LEC, hay algunos consejos clave que debes tener en cuenta para garantizar los mejores resultados. En primer lugar y ante todo, asegúrate de que las luces cuelguen a la altura adecuada de las plantas. Esto se puede determinar por la potencia luminosa de las luces y el tamaño de la sala de cultivo. Colgar las luces demasiado altas o demasiado bajas puede provocar una iluminación desigual y unos resultados de crecimiento deficientes.

Si quieres maximizar tus rendimientos, es buena idea invertir en un fotómetro para medir la intensidad de la luz que llega a tus plantas. Esto puede ayudarte a determinar si las luces hay que ajustarlas para que se adapten mejor a las necesidades de tus plantas.

Por último, es importante realizar un mantenimiento periódico de tu sistema de iluminación LEC para mantenerlo en óptimas condiciones. Esto significa limpiar las luces para eliminar cualquier suciedad o polvo, así como revisar el cableado para asegurarte de que todo está seguro.

En resumen

LEC puede ser una gran opción para el cultivo a pequeña y gran escala, ya que ofrece un equilibrio entre eficiencia energética y un espectro lumínico completo que puede ayudar a tus plantas a prosperar. Aunque las luces LEC pueden ser más caras y difíciles de encontrar que otros tipos de luces de cultivo, pueden ofrecer un ahorro energético significativo y mejorar el crecimiento de las plantas. Con las herramientas adecuadas y los conocimientos necesarios, puedes disfrutar de los beneficios de la iluminación LEC para tu próximo proyecto de cultivo.

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